Pero, ¿quién está dirigiendo los asuntos de la tierra en la actualidad? ¿Dios o el diablo?. Traten de observar el
mundo de manera seria y total. ¡Qué escena de confusión y caos se nos ofrece por todos lados! El pecado se comete
descaradamente; abunda la ilegalidad; los malos hombres y los engañadores van de mal en peor (2Tim.3:13). Hoy día
todo parece estar desconcertado. Los tronos crujen y se tambalean, las antiguas dinastías están siendo
derribadas, las
naciones se sublevan, la civilización es un fracaso demostrado; la mitad de la cristiandad estaba abrazada no hace
mucho en mortal combate; y ahora, cuando el titánico conflicto ha terminado, en vez de tener un mundo
“salvaguardado para la democracia”, hemos descubierto que este sistema inspira muy poca seguridad para el gobierno
del mundo. La inquietud, el desconcierto, y la ilegalidad brotan por todas partes, y nadie puede decir cuando comenzará
otra gran guerra. Los estadistas están confundidos y aturdidos. “Los hombres se desmayarán a causa del terror y la
expectación de las cosas que sobrevendrán al mundo habitado” (Luc.21:26). ¿Dan a entender estas cosas que Dios lo
dirija todo?
Pero concentremos nuestra atención en el aspecto religioso. Después de diecinueve siglos de predicación del
Evangelio, Cristo es aún “Despreciado y desechado entre los hombres". Peor aun, muy pocos son los que proclaman y
engrandecen al Cristo de la Escritura. En la mayoría de los púlpitos modernos se le deshonra y niega. A pesar de los
frenéticos esfuerzos que se hacen para atraer a las multitudes, la mayoría de las Iglesias tienden a vaciarse en vez de
llenarse. ¿Y que diremos de las grandes multitudes que no asisten a la iglesia? A la luz de la Escritura nos vemos
obligados a creer que los “muchos” están en el camino espacioso que lleva a la perdición, y que “pocos” son los que
están en el camino angosto que lleva a la vida. Muchos afirman que el cristianismo es un fracaso, y la desesperación
embarga multitud de corazones. No pocos de los que son del pueblo del Señor están confundidos, y su fe se halla
sometida a seria prueba. ¿Y qué decir de Dios? ¿Ve y oye? ¿Es impotente o indiferente? Algunos de los considerados
como líderes del pensamiento cristiano nos han dicho que Dios no pudo evitar que viniera la terrible segunda guerra,
como tampoco acelerar su terminación . Se decía, y abiertamente, que la situación estaba más allá de su control. ¿Dan
estas cosas la impresión de que fuera Dios quien estaba dirigiendo el mundo?.
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El Príncipe de este mundo es Satanás, pero Dios sigue siendo Dios, es soberano, y lo que El dijo, sus juicios son verdaderos, cielo y tierra pasarán pero su palabra no pasará, se moverán saltamontes, la tierra arrancamos, los cielos caerán, pero Dios tiene control
ResponderEliminarEl Príncipe de este mundo es Satanás, pero Dios sigue siendo Dios, es soberano, y lo que El dijo, sus juicios son verdaderos, cielo y tierra pasarán pero su palabra no pasará, se moverán saltamontes, la tierra arrancamos, los cielos caerán, pero Dios tiene control
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